Te levantas y vas a trabajar en un Uber. A media mañana llega a tu oficina una entrega con un ciclista de Glovo. Vas a casa para abrir el plomero porque el gas no funciona. Y acabas el día con una clase con un entrenador personal. ¿Conclusión? ¡Vivimos rodeados de autónomos!
Está claro que cada día son más los españoles haciendo un trabajo por su cuenta. Será por la elasticidad de horarios, será por el hecho de no tener jefe. Quizás sea porque puedes ganar más si trabajas duro o porque debes pagar menos si aprendes a deducir bien los impuestos.
El otro día estaba leyendo un artículo que decía que la mayoría de los autónomos aprendieron sus finanzas mediante prueba y error. Hicieron algo y si funcionaba, lo repetirían. Si metían la pata, cambiaban de estrategia.